Como lo prometido es deuda, en esta ocasión os hablaré del misterioso, pero fabuloso, mundo de la técnica instrumental (fabuloso una vez que lo conoces, mientras tanto lo odias a muerte). En esta serie de posts os contaré qué son exactamente y para qué sirven esas cosas tan raras que los flautistas llamamos RESPIRACIÓN, SONIDO, DIGITACIÓN y ARTICULACIÓN.
Como ya sabéis los que nos seguís de forma habitual, existen tres tipo de técnica: corporal, instrumental e interpretativa. Cada una influye en la siguiente, de forma que una buena técnica corporal favorece el desarrollo de una buena técnica instrumental, que a su a vez resulta imprescindible para que un músico encandile al público con su técnica interpretativa.
Si no tienes claro como desarrollar de manera correcta y eficaz los tres tipos de técnica, es posible que de vez en cuando te entren ganas de tirar la flauta por la ventana. Y es normal. La frustración y decepción que puede causar en ocasiones el estudio de la flauta travesera solo es comparable a la que puedes sentir cuando enciendes la tele y haces zapping. Si alguna vez te has sentido así, no te preocupes, tiene solución, y es muy sencilla.
EL "POLLO SIN CABEZA STYLE"
Ya sabes que la técnica instrumental consiste básicamente en cuatro recursos fundamentales: Respiración, Sonido, Digitación y Articulación. Pero, ¿sabes cuál es la mejor manera de entrenarlos y dominarlos?
Habrá quién dirá:
"Pues vaya misterio. Para mejorar la técnica hay que hacer notas tenidas y escalas. Te coges el Moyse de sonido y el Taffanel y ala, hasta que se me caigan los labios"
Es una opción, pero en la vida real ese es el equivalente exacto a entrar en un gimnasio cada día sin tener ni idea de para qué. Mi colega me dijo que para ponerse fuerte hay que ir al gimnasio y eso hago. Voy, le pego un repaso a todas las máquinas y salgo hecho un toro (o una tora, porque salir del gimnasio hecha una vaca no es lo normal).
Nada más lejos de la realidad, lo más normal es que el tercer día te cruja algo de mala manera y no puedas volver a doblar la espalda o mover el cuello en un mes. Esto es lo que yo llamo, el POLLO SIN CABEZA STYLE.
Como las personas solemos tener una cabeza al final del cuello y carecemos de alas o plumas, no me seas animal de granja y no te pegues palizas de técnica sin saber para qué. Parafraseando al gran José Mota: "tocar pa na, es tontería".
PENSAR ANTES DE TOCAR
Seguro que te han dicho más de una vez que hay que pensar antes de hablar. Pues para tocar un instrumento la cosa funciona igual. No vale coger la flauta y ala, a tocar lo que me han mandado. Sobre todo si no tienes mucho tiempo para tocar. Lo mejor es ir al grano. Pero, ¿qué es el grano?
El grano es cualquier objetivo que te marques, cuanto más concreto mejor.
Por ejemplo, imagina que tienes una hora para tocar. Lo primero es dividir tu tiempo entre ejercicios, estudios y obras. Como ya sabes, los dos primeros sirven para entrenar la técnica instrumental, y las obras, para mejorar tu técnica interpretativa. Yo te recomiendo dedicar la mitad del tiempo a cada tipo de técnica. En este caso, media hora para ejercicios y estudios y media hora para las obras. Esto depende de en qué momento de tu evolución como flautista te encuentres. Lo mejor es que le pidas consejo a tu profesor o profesora sobre cómo organizar tu estudio diario. Si no, ya sabes que siempre puedes preguntarnos a nosotros.
Bien, una vez decidido el tiempo que vas a dedicar a cada cosa, es hora de ponerse manos a la obra. Para elegir los ejercicios y los estudios que vas a tocar cada día, yo utilizo un sistema muy simple. Piensa en la obra, o movimiento de la obra que vas a tocar luego, y programa ejercicios y estudios que te ayuden a mejorar el control sobre aquellos recursos que vas a necesitar más a la hora de interpretar la obra elegida.
PROGRAMAR LOS EJERCICIOS Y ESTUDIOS CON SENTIDO
Como ya sabes, los cuatro grandes recursos de la técnica instrumental hacen referencia a un grupo de músculos concreto de tu cuerpo. Si no lo sabías no te preocupes, voy a dedicar los siguientes posts a diseccionar cada uno de los recursos técnicos más importantes, así que no te va a faltar de ná. Como todo buen deportista o músico que se precie debe saber, lo mejor es trabajar cada grupo de músulos de manera progresiva y eficaz. Hacer escalas sin saber para qué te están sirviendo tiene el mismo sentido que hacer flexiones para correr más rápido, o hacer abdominales para adelgazar.
LOS EJERCICIOS
Cada ejercicio que hagas debería servir para entrenar y desarrollar un aspecto concreto de la técnica instrumental. Solo uno! y cuanto más concreto mejor.
Ejemplos:
- Aumentar la capacidad pulmonar
- Entrenar la estabilidad del sonido
- Aumentar la velocidad y el control sobre tus dedos
- Entrenar la precisión la articulación "t"
- Etc, etc, etc.
Estos aspectos, aunque necesarios en todas las obras, no se emplean por igual en cada una de ellas. Por ejemplo, si estás tocando una obra (o un movimiento) lenta, los recursos que más vas a explotar son la RESPIRACIÓN Y EL SONIDO. Por el contrario, si la obra es rápida, requerirá más el empleo de la DIGITACIÓN y la ARTICULACIÓN. Imagina que estás tocando el Andante en Do Mayor de Mozart. Si lo piensas bien, no hay pasajes muy exigentes para los dedos, y tampoco supone un reto para la lengua, pero si que es importante llevar a cabo un buen fraseo y, además de desarrollar un buen sonido durante toda la obra (ya os contaré en los próximos posts las características de un buen sonido), deberás emplear todos los recursos sonoros de los que dispongas para hacer más bella e interesante tu interpretación. Por el contrario, si estás estudiando la Bardinerie de la Suite Nº2 de J. S. Bach, tu mayor trabajo será el de coordinar el movimiento de los dedos con el tipo de articulación que quieras emplear. ¿Me sigues?
Por esto mismo es muy útil pensar en la obra antes que en los ejercicios y los estudios. Si voy a estudiar una obra o movimiento lento, mejor entrenar antes la RESPIRACIÓN Y EL SONIDO. Si es una obra rápida, lo mejor será dedicar mi esfuerzo a la DIGITACIÓN Y LA ARTICULACIÓN esa semana, o el tiempo que vayas a dedicar a esa obra o movimiento.
Pero también puedes pensar:
Pero yo estoy trabajando varias obras o movimientos a la vez, ¿cómo programo entonces los ejercicios y los estudios?
No te preocupes, este es el caso más habitual. Mi consejo es el siguiente:
Alterna semanalmente los bloques RESPIRACIÓN/SONIDO y DIGITACIÓN/ARTICULACIÓN. Es decir, dedica una semana a hacer ejercicios y trabajar estudios de Respiración y Sonido y la siguiente a entrenar la Digitación y la Articulación. De esta manera notarás un avance hormogéneo y progresivo en todos y cada uno de tus recursos como flautista.
REFLEXIÓN FINAL
En mi trabajo como profesor de flauta he conocido a muchos alumnos y alumnas con carencias en la base de su técnica instrumental, causadas por un entrenamiento desequilibrado de los cuatro recursos fundamentales. Solucionar este tipo de problemas es muy sencillo, pero hace falta contar con la ayuda de alguien que, al igual que hace un médico, sepa dignosticar el problema y proponer un tratamiento adecuado. Si crees que algo no funciona bien cuando tocas díselo a tu profesor o profesora e intentad solucionar juntos el problema. No esperes a que alguien te diga lo que funciona y lo que no funciona. La persona que más tiempo te va a escuchar tocar en tu vida eres tú mismo o tú misma. Toma las riendas de tu formación como flautista. Descubre cuales son tus virtudes y cuales tus flaquezas, y trabaja para convertir esas flaquezas en virtudes. Para ello solo hacen falta dos cosas: escucharte siempre como si fueses el/la crítico musical más exigente y, sobre todo, empaparte de música y de toda la ayuda que puedas recibir de otros flautistas y de tus profesores. Nunca sabes quien puede decirte esas palabras o darte ese consejo que te cambiará la vida.
No te pierdas nuestro próximo post El fabuloso mundo de la técnica instrumental: LA RESPIRACIÓN
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