¿Te suena esta frase?:
"Ojalá pudiese empezar de nuevo el concierto, seguro que lo haría mucho mejor"
¿Sientes que hagas lo que hagas, nunca saldrás contento/a de una audición?
¿Crees que hay listón que nunca consigues alcanzar?
¿Tus interpretaciones nunca eran lo suficientemente buenas?
¿Nunca consigues cumplir con todas tus expectativas en un concierto?
¿Tocas siempre preocupándote de que la técnica esté perfecta?
Si tu respuesta a alguna de estas preguntas es si, no te pierdas el siguiente vídeo...
Supongo que ahora te estarás preguntando qué tiene que ver "La Mirada del Tigre" con tocar un instrumento. Pues sigue leyendo que ahora mismo te lo cuento.
Si he podido redactar todas esas preguntas es porque alguna vez he sentido o pensado todas esas cosas. La verdad es que me costó bastante averiguar cómo hacer que mi mente jugara en mi equipo y no en el contrario cuando tocaba. Con el tiempo he ido descubriendo algunos "trucos mentales" que me han ayudado mucho a poner mi propia mente al servicio de mi interpretación, ayudando a mejorarla, y no entorpeciéndola como sucedía antes.
1. Prepárate muy bien
Hagas lo que hagas en esta vida, prepárate bien primero. Si vas aun examen sin haberte preparado, lo vas a pasar mal. Si vas a una entrevista de trabajo sin haberte preparado, lo vas a pasar mal. Si te subes a un escenario sin haberte preparado para ello, lo vas a pasar mal. Es por esto que prepararse bien es el primer paso hacia salir del escenario con el ego por las nubes. En la entrada ¿Cómo puedo estudiar una obra sin acabar tirando la flauta por la ventana?, te doy algunas claves para preparar bien una obra.
Por supuesto, lo más importante es prepararte bien. Pero si eso no es suficiente, es que tu problema, como dice el gran José Mota, va a ser del riego. Así que vamos con el punto número dos.
2. La expectativa es el primer paso hacia la decepción
Antes de un concierto no te generes expectativas. Lo peor que puedes hacer es ponerte un listón en algún 10 ideal que creas que debes alcanzar. Para empezar, ¿alguna vez has alcanzado ese 10 ideal que te autoimpones en los conciertos? Yo ni tocando en casa.
Nos subimos al escenario pensando que en ese momento la gente espera escuchar a Pahud o Bezaly y no es cierto, la gente ha venido a vernos a nosotros. Si te has subido al escenario es porque eres capaz de ofrecer al público un producto de calidad, sea de la época que sea. Y punto. Piensa en eso. Una interpretación es como un producto que vender. Lo importante es que sea de calidad, pero al igual que ocurre con el cociente intelectual, lo importante es que sea suficiente, no el más alto.
Si tu interpretación es buena, fantástico. Si tu interpretación es muy buena, fantástico. Si tu interpretación es genial, fantástico. Todo el mundo sabe diferenciar entre una interpretación buena y una mala, pero muy poca gente puede diferenciar una buena, de una muy buena, o de una genial. Así que no tengas expectativas y no te pongas el listón en una interpretación genial, porque lo más normal es que te bajes del escenario con una decepción. Pero lo peor es que aunque tú te vas con mal sabor de boca, la gente no para de felicitarte. ¿No te molesta esa sensación?. Piensas, ¿me estarán engañando?. No. Todas las personas del público no se han puesto de acuerdo para engañarte diciéndote que les ha gustado mucho lo que has hecho cuando de verdad piensan que has hecho un churro de interpretación. No. Si eres como el del chiste y crees que todos los demás coches de la autovía van en dirección contraria, más te vale darte la vuelta ya mismo. El público ha escuchado una interpretación de buena para arriba, y eso es lo que te están diciendo. Y como por suerte, en las salas de concierto no suele haber aplausómetros, por qué te fustigas tratando de averiguar el nivel de calidad de tu interpretación.
Y por si todavía no te he convencido, piensa en el vino. Si te dan a probar un vino de cartón y un vino bueno, de entre 20 y 30 euros la botella, sin deciros cuál es cuál, lo más probable es que supieseis diferenciar el bueno del malo. Igual que la mayoría de la población adulta, supongo. Pero si os dan a probar un vino bueno, y otro muy bueno de a 300 euros la botella, ¿sabríais diferenciar el bueno del muy bueno? Yo no.
Lo mismo pasa con las interpretaciones musicales y el público común. Que no saben diferenciar una buena interpretación de una muy buena. Así que si no vais a tocar en una sala llena de críticos musicales especializados en vuestro instrumento, no hay razón para que cunda el pánico.
Pero, ¿y si voy a una audición de orquesta, o a un examen? Ahí solo hay músicos expertos en el público. Pues tampoco hay que entrar en pánico, porque tienes...
3. La mirada del Tigre
¿Qué es la mirada del tigre? Si eres fan de Rocky como yo, sabrás de sobra lo que es. Pero si aun no te has convertido al Balboismo, estaré encantado de contarte de qué va todo esto.
La Mirada del Tigre es un estado mental que prepara a tu cuerpo para trabajar al 100% de sus posibilidades. Es esa mirada que tiene cualquiera que vaya a comerse el mundo. Esa mirada que dice, aquí estoy yo, y como no existe sobre la faz de La Tierra nadie mejor que yo, preparaos para alucinar con mi música. Si tocas con esa mirada, nada puede fallar. Yo lo hago, y la verdad es que es mucho más divertido. Y todo funciona mejor. Además, te puedes imaginar que tocar Mozart pensando en Rocky le quita bastante hierro al asunto.
Así que ya sabes, cuando vayas a una audición de orquesta o un examen, si vas bien preparado y tienes la Mirada del Tigre, nada puede salir mal.
Te dejo con la mejor canción de motivación del mundo para que te levantes y te pongas a entrenar como Rocky en sus películas, pero en vez de con pesas, con la flauta.
Un saludo
Carlos
Comentarios
Publicar un comentario
Y tú, ¿que piensas?